martes, 22 de abril de 2014

Adidas Energy Boost 2: virtudes y debilidades.

Hoy os  traigo el análisis de mi última adquisición, la Adidas Energy Boost 2. Desde que Adidas sacara la temporada pasada su tecnología Boost, he estado deseando probarla... y por fin me he decidido esta temporada con este modelo en concreto. He realizado con ellas unos 300 kilómetros en todo tipo de entrenamientos: tiradas largas, series cortas, series largas, rodajes por caminos, rodajes en asfalto e incluso he competido con ellas en una media maratón. Durante todos estos kilómetros he estado apuntando sensaciones, virtudes, deficiencias y experiencias con ellas para no olvidarme de nada a la hora de elaborar este análisis. Espero que os guste y os sea de utilidad.

La Adidas Energy Boost 2 es una zapatilla para neutros y supinadores con un peso de 280 gramos y un drop de 10 milímetros. Son unas zapatillas muy versátiles con un margen muy amplio de usuarios tipo tanto en peso como en ritmos de carrera. Considero que se desenvuelven fenomenal a ritmos más lentos de 3:50 min/km aunque también mantienen el tipo a ritmos más rápidos (hasta 3:30 min/km aproximadamente). En lo que al peso del corredor se refiere, considero que presentan amortiguación suficiente para corredores de casi cualquier peso, pero al mismo tiempo tienen respuesta suficiente y firmeza como para que la puedan llevar corredores ligeros de menos de 70 kgs. Dicho esto, no me atrevo a etiquetarla ni como zapatilla de entrenamiento ni como zapatilla mixta, ya que es capaz de contentar a usuarios que busquen ambas cosas. Por tanto diré que es una zapatilla de entrenamiento y mixta.

Lo primero que llama la atención de la zapatilla cuando la coges es lo ligera que se siente, más teniendo en cuenta que se ve un poco aparatosa al tener la mediasuela un perfil muy alto. Ese perfil tan alto de tecnología boost es el causante de uno de sus puntos débiles, la estabilidad. Sin ser mala, es uno de los aspectos que tiene que mejorar, sobre todo cuando se corre en curvas cerradas a ritmos muy rápidos o cuando corremos por terrenos muy irregulares. Es cierto que tiene una pieza estabilizadora en el interior de la zona del talón, pero la considero insuficiente y Adidas debería trabajar más en ello para la futura Boost 3.


Otro de los aspectos a mejorar de la zapatilla es el sistema de ajuste del talón. No considero que sea problema de la morfología de mi pies, pues es la primera zapatilla con la que tengo este problema. La cuestión estriba en que si aprieto mucho los cordones las zapatillas me hacen daño en el pie y si aflojo un poco, el talón baila ligeramente, no es excesivamente incómodo y te acabas acostumbrando, pero considero que el sistema no está a la altura del resto de la zapatilla.

Y para terminar lo que yo considero los puntos débiles de esta zapatilla hablaremos de la suela. Es cierto que las suelas de las zapatillas no están elaboradas teniendo en cuenta específicamente los terrenos deslizantes pero algo más se puede hacer en ese sentido. Gran parte de la culpa la tiene el hecho de que la suela no recubre el total de la mediasuela de boost, sino que está adherida en diversos puntos de esa mediasuela un poco en plan "multitacos". He salido a correr con ellas en días de lluvia y tenía verdaderos problemas de tracción en asfalto, además, en plena competición en la Media Maratón de Málaga también tuve problemas del mismo tipo en un tramo que transcurría por una calle peatonal de mármol.

Pero todo no van a ser deficiencias, la zapatilla en su conjunto es fabulosa y entiendo que tiene muchas más virtudes que deficiencias, veámoslas:

- El upper: se ajusta al pie como un guante, independientemente de su morfología. La culpa la tiene la tecnología techfit que actúa de forma parecida a como lo hacen unas mallas. Son tan cómodas que cuando te las pones por primera vez parece que llevas tiempo corriendo con ellas y ya estuvieran hechas a tus pies. Me recuerda mucho al fenomenal ajuste que tienen las Nike Lunarglide 4.

- Amortiguación: como ya hemos visto corre de la mano de la tecnología Boost. La verdad que he leído muchas opiniones al respecto así como informaciones sobre dicha tecnología. Puedo deciros al respecto que no es tanto como se cuenta pero sí que ha superado mis expectativas. La amortiguación es peculiar, las sensaciones que ofrece no las había sentido con ninguna otra amortiguación (y he probado varias: lunarlon, gel, progrid,  powergrid...). Es como si en cada pisada tras la deformación que sufre el boost consecuencia de la presión, éste retornara a su forma original de manera instantánea, en muy poco tiempo, lo que se traduce en una sensación que te incita a aumentar la frecuencia de zancada, a correr más rápido consecuencia de ese retorno inmediato de energía.

- La horma de la zapatilla es de una anchura que considero acertada, ni muy estrecha ni muy ancha. Normalmente tengo problemas en un sentido o en otro, pero con esta zapatilla no ha sido el caso. Esta apreciación es personal ya que depende de la morfología del pie de cada persona.

Resumiendo puedo decir que estamos ante una zapatilla muy cómoda de entrenamiento y mixta para neutros y supinadores de cualquier peso, con la que podemos correr a casi cualquier ritmo. Es muy divertido correr con ellas, por esa peculiaridad de la amortiguación, por lo que normalmente repito con ellas algún día a la semana en mi rotación habitual de zapatillas.

jueves, 3 de abril de 2014

TomTom Runner Cardio Gps.

Hace poco nos hacíamos eco de la incorporación en solitario del gigante TomTom al mundo de la monitorización de los desempeños físicos. Su estreno dio lugar al TomTom Runner y al TomTom Multisport. Parece que la cosa no se detiene ahí, y estos de TomTom van en serio. Ahora con el apellido de "Cardio", renuevan a sus recién nacidas criaturas con un sensor de pulso que va integrado en el propio reloj, con lo cual nos ahorraremos la para muchos incómoda cinta torácica. Las características del producto siguen siendo las mismas, salvo esta novedad que comentamos. Desconocemos el precio oficial en Europa, pero saldrá a la venta en Estados Unidos a un precio de 299 dólares. Se fabricará en blanco o negro, ambos combinados con el color rojo. En el siguiente vídeo podéis ver el funcionamiento de dicho sensor: